Alberto pudo cumplir su sueño, pero todavía no había
terminado de contar su historia.
Lo que él no contó, es que era muy deportista, le gustaban
todos los deportes. Su preferido era el baloncesto, pero el fútbol le parecía
más divertido y era sevillista, claramente, del mejor equipo sin duda.
Desde ese día en el globo, no pudo jugar más, y eso lo ponía
triste.
Un día, su tío Dimitri, compró dos entradas para él, y Alberto,
para ir al campo del Sevilla F.C.
Fueron juntos, gracias a los contactos de su tío y estaba
feliz.
Esperanza de Medio (1º ESO-A)