Se apuntaron a una escuela de música a unos ciento cincuenta
kilómetros de su casa.
Mikel y Nina, dos unicornios muy coloridos, se prepararon
para asistir a la prueba que les determinaría su carrera musical. Tenían que ir en AVE ya que su madre, Maika, no podía
llevarlos porque ese día había una importante conferencia a la cual tenía que
acudir. Ellos fueron a coger el tren aquella mañana de dos de marzo y
cuando llegaron vieron algo extraño: ¡El AVE se había estropeado!
De pronto apareció una estela morada y entonces salió un
hada que les ayudó.
Laura Isabel Seco Alonso (1º ESO-A)