Marcados por aquellos hechos de
su infancia, una noche de verano. Juan y Lola se disponían a ir a su casa
cuando se les cruzó un hombre y una niña.
La niña preguntó al señor:
-¿A dónde vamos?
Él no respondió.
Los niños, extrañados por el comportamiento
de aquel hombre le siguieron.
Llevó a la niña a su casa y desde
fuera vieron una sombra acercándose a la niña y asustados huyeron.
Al final era su tío que iba a
darle la merienda a la niña, y a descansar. Los niños asustados no volvieron
a hablar más del tema tan desagradable.
Marta Pino (1º ESO-A)
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